26 de julio inmortal

Cada 26 de julio se cumple un aniversario del paso a la inmortabilidad de Eva Duarte de Perón, mujer que redefinió para siempre no sólamente la vida de millones de mujeres al ser la principal impulsora de ley de sufrafio femenino en el país, sino también a el propio movimiento peronista.

Evita creció humilde y luego se impuso como una de las mujeres más elegantes de la Argentina. Nada que envidiarle Fortabat ni Herrera de Noble. A diferencia de esas mujeres Evita legó al país una inmenso espíritú de inclusión social hacia los pobres y las mujeres. Nada que cuestionarle a esa elegancia.

Joyas, tapados de marca, y todas las comodidades de ser la Primera Dama más amada por las masas de la historia, no le impusieron ni una mancha en su trayectoria: como líder social, como mujer, como conductora, como comunicadora.

En la misma fecha que la conductora se despedía de los Argentinos, en otro espacio del mundo, en otro país, en otro sistema, un grupo de jóvenes intentaba derrocar la dictadura de Batista.

Lo que no se sabía el ejército de Batista, es que ese grupo de jóvenes no solamente quería cambiar el sistema sino que también quería llevar a cabo una revolución feminista.

Dos revoluciones.

El feminismo en algúnos países se define por un movimiento que se opone a la trata de personas, a la desigualdad entre hombres y mujeres, a la violencia de género. En Cuba el feminismo se empezó a definir no como una intensión sino como una realidad. La realidad feminista en la que hombres y mujeres comen por igual, en donde no existe la trata de personas, y no existen jueces funcionales a la violencia machista.

Foto tomada en la Provincia de Santiago de Cuba. PH: Marina Pérez Damil

Así como en el saco lujoso de evita no se le pudo encontrar ningúna marcha en contra de sus ideales políticos, tampoco en la Isla de Cuba se pueden encontrar mojones de complicidad absurdos que hacen que el ideal de vivir en paz para las mujeres, sea meramente una expresión de deseo.

En la misma fecha, en otra isla, en otro espacio del mundo en que Evita dejaba un inmenso mensaje a las argentinas con su despedida, se celebraba en Cuba la primer acción en pos de la primer revolución feminista en triunfar en Latinoamérica.