Liberaron a higui: se reestablece el mundo del revés.

No son pocos los discursos que circulan en la sociedad que piden mano dura: a los vagos, a los piqueteros, a los chorros, etc. Sin embargo, cuando una mujer se defiende de no ser violada por un agresor las cacerolas no se escuchan, los funcionarios se esconden, y la figura de legítima defensa se desvanece. Así sucedió con Higui, quien después de más de 7 meses en prisión por matar con un cuchillo al hombre que quiso acosar de ella, logró ser excarcelada y darle una puñalada al sentido común.

En este mundo de privilegios para los hombres heterosexuales futboleros, no basta llevar el apodo de uno de los futbolistas más importantes de Colombia para que ellos te respeten. Es el mundo del revés.

La violencia contra el transgénero es tan grande y las contradicciones tan amplias, que tampoco alcanza para que si llevas ese nombre, los funcionarios presten un poco más de atención a un caso como éste y lo coloquen en debate público. Es el mundo del revés.

Tenemos un presidente llamado Maurizio Macri que pasa la mitad de sus reuniones con otros mandatarios haciendo chistes de fútbol, pero sin embargo cuando se trata de una persona con identidad trans que se defiende ante el ataque de un hombre, nada se dice al respecto. Es el mundo del revés. Su desprecio por los derechos humanos es tan evidente, que ya nada se le puede pedir a Macri, que ni siquiera reconoce que son 30.000 los desaparecidos, cuyo gabinete quiso retirar las horas de historia en la Ciudad de Buenos Aires como materia obligatoria, y muchas cosas más.

Podríamos hablar de Higui tal de lo que hicieron los medios de comunicación masivos, pero no, queremos hablar de éste sistema patriarcal, su contradictoria “legítima defensa” y sus payás: Maurizio Macri.

Sobre héroes y tumbas.

En septiembre del año pasado cuando se presentó un caso de “defensa personal”, por un carnicero que atropelló al delincuente que había intentado robarle, Mauricio Macri declaró ante la opinión pública que “él debería estar con su familia, tranquilo, tratando de reflexionar sobre todo lo que pasó”, además de resaltar que se trataba de un ciudadano “sano, querido, reconocido por la comunidad”.

Al poco tiempo el héroe fue excarcelado “extraordinariamente” y no se volvió a hablar del tema. La opinión pública quedó satisfecha.

Si sos carnicero sos un héroe, si sos trans y pobre quédate en la cárcel.

Tras la inacción de un Gobierno Nacional que en nada interviene cuando se trata del uso de “defensa legítima” para mujeres trans queda constatada que ésta tiene un límite: solo puede ser utilizada por hombres que pueden defender su propiedad privada, y no su cuerpo como logró hacerlo Higui ante el ataque de una banda de hombres, que no sólo quiso terminar con su vida sino también someterla a violación.

La causa de Higui despertó el hartazgo popular, y treparon sus reclamos hasta las manifestaciones del 8 de Marzo, en las que también se pidió por su excarcelación. Medios internacionales como la BBC se hicieron eco de estos reclamos, y recalcaron la falta de involucramiento del gobierno nacional, comparándola con otros países en los que el ejecutivo ha intervenido ante temas similares.

No fueron dos minutos de radio, ni una nota de la BBC la que sacó a Higui de la prisión. Fue el movimiento de mujeres organizado, y nuestra intuición feminista que dice que cuando tocan a una tocan a todas.

Hoy 12 de Junio, se determinó la excarcelación de Higui tras lograr la defensa poner en jaque la carátula de “homicio simple”. La moraleja que nos queda es que el sentido común que dice que está bien defenderse cuando atentan contra nuestra individualidad va muy rápido en la sociedad, pero cuando se trata de transgéneros éste no se aplica.

Aunque no haya sido canonizada por ningún presidente, Higui es nuestra heroína. En defensa propia, de todas las victimas de violaciones sexuales, en defensa de nuestros cuerpos, de nuestro género, y nuestra vida.